Como una gota salada en el mar,
Como una estrella fugaz en el firmamento,
Llegaste vestido de silencio, gritando sin voz
Y tocando sin manos.
¿Quién eres tú, que me haces llorar de noche y reír de día?
No sé quien eres, pero ya te amo.
Te sueño despierta y te toco en mis pensamientos
Hálito de vida, misionero sobreviviente,
Que luchas entre dormido y despierto,
Pintando una sonrisa en mi rostro,
Caminando, existiendo.
Guerrero de mi vientre, tus armas son mis armas,
Mi corazón es tu antorcha y faro,
Y cada mañana amanezco esperando tu llegada,
Como un soldado en servicio, tu mi hijo valiente.